"Compramos un equipo mucho más grande de lo teníamos pensado y la verdad es que estamos muy contentos con nuestra elección"

Richard Wigink lleva más de 30 años al mando de su empresa, ubicada en la pequeña localidad de Holten, en los Países Bajos. Este pequeño empresario comenzó su andadura como experto fitosanitario. Desde siempre, Richard fue consciente del gran potencial que tenían los árboles que talaba, con los que a menudo creaba bastones por la satisfacción personal que le producía el saber que, de ese modo, los árboles seguirían teniendo un valor y una utilidad durante años. A día de hoy, su objetivo sigue siendo el mismo.

“Es increíble lo mucho que ha crecido mi empresa. Empecé fabricando pequeños objetos con madera de roble y actualmente nuestra oferta supera los 100 productos”, asegura Richard. “Nos esforzamos mucho por aprovechar cada pieza de madera. Es totalmente posible no generar residuos de madera y eso es justo lo que tratamos de hacer y en lo que, personalmente, más empeño pongo”, añade.

Actualmente, la empresa de Richard produce una amplia gama de productos de madera, desde materiales de construcción hasta cenadores y parques infantiles, pasando por pajares, cercas, muebles y accesorios para el hogar.

El éxito de la empresa se debe a su capacidad de satisfacer las necesidades del cliente.

“La clave de nuestro éxito es que escuchamos atentamente a nuestros clientes y siempre nos centramos en sus necesidades. Acuden a nosotros con una idea. Nuestra labor es obtener de ellos el máximo número de detalles posible para crear e producto que imaginaron”, afirma el Sr. Wigink.

Richard emplea un método tradicional pero algo olvidado para conservar la madera de forma natural. “Hacemos algo que llamamos inmersión de la madera. Sumergimos los troncos en agua y las dejamos ahí durante aproximadamente un año. Al empapar la madera en agua, se eliminan los azúcares que contiene, lo que la hace resistente a los insectos y reduce el riesgo de que se contraiga o se expanda”, explica.

Cuando los troncos se extraen del agua, se someten a un procesado posterior. Algunos de ellos se llevan hasta un aserradero, donde se transforman en vigas y tablas del tamaño adecuado.

El aserradero que habían utilizado hasta ahora dejó de tener un rendimiento suficiente, por lo que Richard recurrió a Wood-Mizer para que le ayudara a elegir el equipo más apropiado.

Wood-Mizer analizó las necesidades de su empresa y le envió una relación de los equipos que podían cumplir sus expectativas. Finalmente, Richard y su equipo se decantaron por el aserradero de cinta ancha de alto rendimiento WB2000 con plataforma de carga de troncos, transportador y un conjunto de mesas de clasificación y de transferencia.

“Compramos un equipo mucho más grande de lo teníamos pensado y la verdad es que estamos muy contentos con nuestra elección. El WB2000 es capaz de cortar troncos de gran envergadura y longitud en poco tiempo, mientras que también es muy preciso y fácil de usar. Pero lo que más nos gusta de este equipo es que nos permite hacer de todo, desde tablones de cualquier tamaño, vigas de distintas dimensiones y siempre con total precisión. Nunca falla”, afirma Richard.

Los operadores que trabajan en la empresa de Richard valoran la comodidad y la facilidad de manejo del equipo. El propietario no puede evitar esbozar una sonrisa cuando cuenta cómo sus empleados discuten sobre quién será el siguiente en utilizarlo.

“El operador controla todo el proceso de carga de troncos, corte y descarga del material acabado de forma remota, desde la cabina. Sentado cómodamente, observa todo el proceso en la pantalla gracias a las cámaras de vídeo y lo controla todo con dos palancas de mando. Sin duda es algo excelente”, sonríe Richard.

Desde la llegada del WB2000, la productividad de la empresa de Richard se ha disparado y su rendimiento también ha aumentado de forma exponencial. “Cortamos troncos de hasta 95 cm de diámetro y de unos 10 m de longitud. Actualmente, estamos cortando unos 10-15 metros cúbicos de troncos al día, pero tengo la sensación de que muy pronto, a medida que nos hagamos con la máquina (solo llevamos usándola un par de meses y todavía estamos aprendiendo), conseguiremos aumentar notablemente esa cifra”, asegura Richard.

El Sr. Wigink está encantado con el equipo elegido, así como con el servicio y el soporte que recibió por parte de Wood-Mizer. “Instalaron la máquina y nos enseñaron a usarla. Incluso ahora, si tenemos cualquier pregunta, podemos llamar al distribuidor de Wood-Mizer y siempre está dispuesto a ayudarnos”, señala. “Pienso que los aserraderos Wood-Mizer son la mejor solución para las empresas del sector maderero. La calidad de los productos es excelente y la empresa tiene mucha experiencia. Confío plenamente en Wood-Mizer”, comenta Richard.

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