Aserradero para la Iglesia de Santa Ana en Eslovenia
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Las sierras Wood-Mizer se encuentran en lugares insólitos alrededor del mundo, como en la cumbre de una montaña en Eslovenia, a 1.220 metros sobre el nivel del mar. Ahí se ubica la Iglesia Católica de Santa Ana, construida hace más de 700 años y considerada un refugio sagrado para numerosos peregrinos. En su interior, resguardan un valioso santuario: una imagen escultórica de la Virgen de tez morena.
El encargado de Santa Ana, Jože Potocnik, vive aledaño a la iglesia. Su hijo, Vinko, es un próspero empresario residente en la vecina ciudad de Ravne na Koroškem.
"Los fines de semana visito a mi padre para ayudar en las labores domésticas", comenta Vinko. "Nos esforzamos por mantener la iglesia en óptimas condiciones, pero el paso del tiempo y los embates del clima han dejado su huella, haciendo necesarias ciertas reparaciones".
Cuando solicitó madera para esas refacciones, Vinko notó la necesidad de tablones de distintas medidas. "Contábamos con un montón de tablas de diferentes tamaños y no disponíamos de dos piezas iguales, lo cual resultaba problemático", señaló.
En 2011, con la intención de fabricar su propia madera, Vinko adquirió una sierra Wood-Mizer LT15. "Opté por la LT15 debido a sus dimensiones", explica. "Recibimos muchas visitas y preferimos que nuestro equipo no esté a la vista. La estética del lugar es fundamental y la LT15 es compacta, ideal para el granero.
Nos decantamos por ella también por su precio competitivo", añade Vinko. "Y en Ravne na Koroškem, contamos con un centro de servicios donde afilamos las cuchillas de Wood-Mizer".
Vinko utiliza la sierra alrededor de una vez al mes, trabajando hasta tres horas diarias. Comenzó con labores menores, como aserrar tablones para cercas, pero gradualmente asumió proyectos más ambiciosos, como la creación de muebles y pequeñas construcciones a las afueras de la iglesia.
Además, renovó el tejado de madera de la vivienda de su padre y revistió el cobertizo con madera fresca.
La iglesia, inmersa en un ambiente tanto austero como sereno, está perfectamente acondicionada. Se erige como un espacio de oración y reflexión, donde las inquietudes de los visitantes se desvanecen.
En las inmediaciones de Santa Ana, al pie del monte, hay servicios religiosos diarios en el pueblo cercano. No obstante, las campanas de la Iglesia de Santa Ana, en honor a la madre de la Virgen María, resuenan para los feligreses aproximadamente una vez al mes o durante fechas festivas.
Tras concluir el servicio, cuando los habitantes regresan a sus hogares, manifiestan su gratitud a la Virgen María por su amparo y reconocen la labor de aquellos que, generosamente, dedican tiempo y esfuerzo al bienestar colectivo y al cuidado de la Iglesia de Santa Ana, un imán para el alma de los peregrinos.
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