Una empresa familiar italiana de leña aumenta sus beneficios con el aserradero LT70
A unos 50 km al noreste de Roma, el abuelo de Stefano Chini puso en marcha un negocio familiar en 1929 vendiendo traviesas de ferrocarril cortadas a mano. El padre de Stefano se crió en la industria maderera y, gracias a su duro trabajo, estableció una próspera empresa de fabricación de leña. Stefano tomó las riendas de la empresa en 2007. Como propietario de tercera generación, ya piensa en el futuro de su propio hijo dentro de la empresa familiar.
"Me gustaría desarrollar un negocio sólido para el futuro de mis hijos", afirma Stefano. En su opinión, depender de la leña como única fuente de ingresos no sería sensato. Los productores de leña se ven directamente afectados por el clima, los precios de los troncos y la leña, las normativas gubernamentales y los cambios en los métodos de calefacción, además de tener que lidiar con márgenes de beneficio relativamente bajos. Estos factores llevaron a Stefano a buscar otros productos que pudieran suministrar a su mercado local, utilizando los mismos troncos que compraban para producir leña.
Hace un tiempo, Stefano vio un anuncio de aserraderos de cinta en la revista 'Tecniko & Pratiko'. Los aserraderos tradicionales no se adaptan a las necesidades de las pequeñas y medianas empresas. Por el contrario, los aserraderos que aparecían en esa publicación utilizan hojas de sierra de cinta estrecha y están diseñados específicamente para ofrecer una producción de madera más asequible.
Intrigado, Stefano se acercó a una feria italiana del sector maderero para ver un aserradero Wood-Mizer en funcionamiento. La demostración le convenció de que era el equipo que necesitaba para alcanzar su objetivo de diversificar su oferta de productos. Pidió un aserradero Wood-Mizer LT20, concebido para pequeñas empresas. Si bien había modelos más productivos y potentes, Stefano optó por un equipo más pequeño. Quería ampliar su negocio de una forma que tuviera sentido para su empresa sin ampliar innecesariamente sus recursos.
"¡Si no es recto, es leña!", ríe Stefano. Con el aserradero LT20, Stefano podía reservar los troncos de mayor calidad de su inventario para transformarlos en maderas a medida para construcción. Ahora, cuando compra troncos, los escoge específicamente para el aserradero, mientras que los de menor calidad se procesan como leña.
"Probablemente esta sea una de las mejores inversiones que hemos hecho", asegura. Su idea ha sido un éxito en todos los sentidos. Ahora vende vigas cortadas a medida a constructores locales, fabrica y comercializa muebles y vende postes y tablones para vallas. Durante los meses en los que el negocio de la leña decae, puede mantenerse ocupado cortando madera y creando muebles para compradores particulares y restaurantes. Antes, la leña era el único producto que podía ofrecer a partir de sus troncos, pero el aserradero le permite ganar mucho más dinero con los mismos troncos al transformarlos en productos más valiosos.
Además, en lugar de eliminar las imperfecciones de la madera, Stefano las deja intactas, lo que da como resultado una madera de aspecto más rústico y natural que gusta a los constructores locales para sus proyectos de construcción y renovación de edificios. A menudo se reúne con arquitectos y clientes para hablar de sus proyectos, donde pueden ver muestras y compartir su visión particular. Puede suministrar madera recién cortada o madera seca, lijada, teñida y lista para su instalación. La madera de castaño es especialmente popular.
Los constructores y propietarios valoran el uso de la madera en sus proyectos porque es un material natural que resulta atractivo y contribuye a crear un ambiente cálido en el hogar. A Stefano le gusta que sus clientes valoren positivamente sus productos: no es un material cualquiera, sino que es algo único y de gran belleza. La publicidad de su negocio se basa únicamente en el boca a boca y en un cartel colocado junto a la carretera.
Tras el crecimiento de su negocio gracias a la incorporación del aserradero LT20, Stefano decidió pasar a un aserradero Wood-Mizer LT70 para ampliar su capacidad y productividad. El aserradero cuenta con funciones hidráulicas que cargan y ajustan la posición del tronco antes y durante el corte. El LT70 también cuenta con una útil función llamada Setworks que almacena diferentes grosores de tabla preestablecidos. Con solo pulsar un botón, Stefano puede asegurarse de que su siguiente corte tendrá exactamente el tamaño adecuado sin tener que detenerse a tomar medidas o ajustar manualmente la altura de la sierra.
El aserradero suele funcionar de tres a ocho horas diarias, según la temporada y el número de pedidos. Stefano dice que, trabajando solo y utilizando una carretilla elevadora para mover los troncos y las vigas, puede procesar de 3 a 4 metros cúbicos de madera al día con el aserradero. Si cuenta con ayuda, puede duplicar fácilmente su producción.
El rendimiento de la inversión en el aserradero fue mejor de lo que esperaba y sus gastos de explotación fueron menores de lo previsto.
La madera que necesita secarse se apila en un horno de secado solar, que utiliza una combinación de energía solar y ventiladores para secar la madera mucho más rápido que con el secado al aire.
La madera de Stefano tiene el certificado FSC y, aunque el proceso llevó tiempo y dinero, dice que mereció la pena porque abre muchas más oportunidades de vender su madera para proyectos de construcción. "El aserradero nos ha salvado en muchos sentidos. Si solo hubiéramos producido leña, habríamos tenido que cerrar".
"Mi consejo para otras personas con negocios madereros es que se marquen el objetivo de crecer, pero que vayan paso a paso. Construir una base sólida antes de crecer demasiado rápido".
Su familia sigue estando muy involucrada en el negocio. Su padre y su tío siguen trabajando con él, y a su hijo mayor, Samuele, de 12 años, también le gusta ayudar. Cuando se le pregunta qué piensa de dirigir el negocio algún día, Samuele se ríe y dice: "¡Es un trabajo muy duro!". Pero, así como aprendieron su padre, su abuelo y su bisabuelo, él también está aprendiendo que cualquier cosa de valor requiere mucho trabajo.
***