Un ingeniero jubilado se dedica a aserrar y transformar madera en los Alpes franceses

Retired Engineer Sawmilling and Woodworking in the French Alps

Henri Kurzaj es un empresario francés de origen polaco que lleva casi seis años trabajando con madera. Su empresa, Forest-Ethik, se dedica al diseño y la concepción de productos de madera originales hechos con madera local.

 

"Siempre he querido encontrar un lugar para relajarme y entrar en contacto directo con la naturaleza. Como ingeniero de la construcción jubilado, solía conducir mucho por motivos de trabajo y visitar numerosas obras, por lo que siempre quise comprar un terreno y disfrutar de la naturaleza a diario", admite Henri. De hecho, sus 14 hectáreas de bosque y campo le ofrecen una oportunidad fantástica para escuchar a los pájaros y ver crecer los árboles.   
 
Saboya es una región francesa situada los pies de los Alpes y que limita con Suiza e Italia. La región es famosa no solo por las excelentes condiciones que ofrece para la práctica del alpinismo, sino también por sus originales productos locales. El queso y el vino regionales, identificados con la denominación "Saboya", son considerados como unos de los mejores de Francia, Al igual que los muebles hechos de madera maciza procedente de los bosques de la comarca. "Creo que la madera maciza de nuestros bosques regionales es noble y hermosa, y por eso hay que valorarla y respetarla", afirma Henri Kurzaj.

 

 

A pesar de que Henri es un ingeniero de la construcción jubilado, sigue activo en la vida empresarial. "Me inspiro mucho en los bosques que me rodean. En esta zona hay muchos árboles, sobre todo fresnos. También existe mucha competencia en la región, con numerosas empresas de renombre que se dedican a la fabricación de muebles y productos de madera.  Entrar en esta competencia y ofrecer a los clientes mis originales diseños en madera es todo un desafío", señala Henri. "Pero es muy gratificante poder ofrecer la hermosa madera local, que no proviene de algún continente lejano. Estoy orgulloso de poder trabajar con la madera de mi bosque.  Esto es algo que me inspira verdaderamente".
 
A Henri ya le fascinaba la madera, sobre todo la madera maciza, mucho antes de crear la empresa de carpintería Forest-Ethik. Al principio, comenzó realizando pequeñas y sencillas creaciones que diseñaba y elaboraba en su taller, pero pronto pasó a fabricar productos más grandes, como mesas, bancos, sillas o estanterías, todos ellos de madera maciza natural.
 
"Lo que me gusta de la madera es su carácter. Cada tronco que corto es diferente, aunque sea el mismo tipo de madera. La madera siempre difiere en su olor, su aspecto y su tacto", asegura Henry. 

 

 

Forest-Ethik ofrece productos de madera maciza diseñados de forma creativa y acabados con la máxima precisión.  "Yo soy el autor de estas creaciones y soy el único que realiza los diseños, conceptos y montajes.  Debido a mi anterior profesión de ingeniero técnico, tengo suficiente conocimiento y experiencia para encargarme de todos los pasos de la producción  yo mismo", dice Henri.
 
"En mis diseños, intento crear cada vez algo realmente diferente, algo que no exista en el mercado. Puede ser una mesa, una silla, un mueble, básicamente algo que no se ciña a ninguna escuela conocida, una combinación de acero y metal. Y sé cómo hacerlo; de hecho, tengo una patente para ello que se llama Forest-Ethik".

 

 

"Lo que a la gente más le gusta de la madera maciza son sus formas y sus patrones naturales, sobre todo cuando son bien visibles en el producto.  Por eso, cuando trabajo con la madera, intento conservar todas sus formas naturales, sus curvas y sus bordes rugosos", explica.  
 
Parece que la madera inspira tanto a los carpinteros como Henri como a los clientes, que encuentran nuevas ideas para los diferentes productos de madera.
 
"A mis clientes les gustan las combinaciones creativas de madera y metal. Yo escucho sus ideas y trato de convertir su visión en un producto real. A veces me sorprende lo creativos que pueden llegar a ser mis clientes", confiesa Henri.  

 

 

La gama de herramientas y máquinas que utiliza Henri va desde una simple motosierra para talar los árboles muertos o dañados de su bosque hasta varios esmeriles y lijadoras y, por último, un aserradero hidráulico Wood-Mizer LT20. "Me gusta este aserradero por su flexibilidad, movilidad y, obviamente, por su gran capacidad de corte. Corto troncos de 5,5 metros con un diámetro de más de 60 cm y consigo una gran precisión de corte. El aserradero LT20 cuenta con un sistema de control automático de espesor de tabla (Setworks)", explica Henri.
 
"Primero, tengo que ver la forma y la longitud del tronco. A continuación, con las funciones hidráulicas, cargo el tronco en la bancada del aserradero, le doy la vuelta para encontrar la mejor posición y lo sujeto para que quede estable y seguro.  Por último, empiezo a cortar, ¡así de fácil!".  

 

 

Henri admite que llevaba mucho tiempo buscando un buen aserradero. Al principio, su principal herramienta para cortar troncos era una motosierra porque era la única forma relativamente fácil que conocía en ese momento.  Aunque intentaba que las superficies fueran lo más planas posible, el proceso resultaba demasiado complicado y llevaba mucho tiempo, por no hablar de la seguridad.
 
Posteriormente, Henri experimentó con una motosierra con bastidor y probó herramientas de aserrado italianas y canadienses. Sin embargo, ninguna de ellas se acercaba a lo que él esperaba de un buen aserradero.
 
"Hace unos cinco años, estuve en una exposición en Lyon y vi un aserradero portátil Wood-Mizer por primera vez. Me alegré mucho porque me pareció una solución inteligente, práctica y profesional. Pensé que sería la respuesta a todas mis necesidades de aserrado", recuerda Henri.

 

 

Henri llamó a la oficina francesa de Wood-Mizer y se enteró de que la fábrica de producción de Wood-Mizer se localizaba en Polonia. También decidió ponerse en contacto con el personal polaco y hablar de los aserraderos en su lengua materna.  
 
"Recibí un trato muy amigable. La única pregunta que me asaltaba era si estaba dispuesto a invertir en un equipo como ese. Finalmente, decidí hacerlo y ahora estoy muy contento con mi decisión", comenta Henri.
 
En la actualidad, Henri trabaja con material de hasta 60 cm de ancho y si necesita hacer un mueble más grande, pide ayuda a sus compañeros carpinteros, quienes montan la construcción de madera.  En el futuro, le gustaría hacer todo él mismo, por lo que está pensando en comprar un moldeador y cepillo Wood-Mizer.
 
"Mi deseo es poder hacer yo mismo grandes productos de madera", concluye Henri. "Podría preparar el material en bruto en el aserradero y elaborar productos acabados con el moldeador y cepillo. Sé que con el moldeador y cepillo Wood-Mizer es fácil de hacer".

 

 

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