NUESTRO BOSQUE: Una nueva mirada a la industria maderera de Rumanía
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Wood-Mizer presenta una nueva película que muestra historias de trabajadores forestales sostenibles en Rumanía. En este país, los bosques son más que un recurso: forman parte de la identidad nacional. En el documental NUESTRO BOSQUE, los protagonistas del sector enfatizan que la silvicultura sostenible, la tala responsable y la tecnología moderna ofrecen una manera de preservar los bosques sin dejar de aprovechar su valor económico y social.


“A todos les gusta la madera, todos quieren tener algo de madera en sus casas, pero existe mucha animosidad hacia los silvicultores y carpinteros”, afirma Ciprian Muscă, presidente de la Asociación de Silvicultores.
Esta paradoja está en el centro del debate forestal actual en Rumanía. Aunque la madera sigue siendo uno de los recursos más importantes del país, la industria opera ahora bajo una creciente presión ambiental y la desconfianza del público.


“Como nacimos rodeados de esta riqueza, debemos tener mucho cuidado de preservarla para las próximas generaciones”, comenta Dorin Văideanu, propietario de la empresa de construcción de casas de madera Doralnic.
Durante generaciones, los artesanos rumanos han trabajado con la madera, y en muchas regiones, la carpintería no es solo una tradición, sino una necesidad económica.




“La agricultura ya no podía sostener a la familia”, dice Bota Viorel, propietario de la empresa maderera Vasicon Star SRL. “Por eso nos volcamos a la madera.”
Hoy en día, la industria maderera rumana está en evolución. El equipamiento obsoleto y el trabajo físico extenuante están siendo reemplazados por tecnologías modernas y eficientes. Este cambio permite aumentar la productividad, reducir el desperdicio y hacer más viables las prácticas sostenibles.
“Antes trabajábamos duramente con máquinas viejas. En cierto momento decidí reemplazarlas. Ya no trabajamos como antes”, añade Bota Viorel.


La sostenibilidad es un tema recurrente. Tanto en la silvicultura como en el procesamiento de la madera, crece la conciencia de que los bosques deben regenerarse, no solo explotarse. Aproximadamente el 40 % de los bosques de Rumanía cuentan con certificación FSC, lo que significa que la madera se cosecha de manera sostenible.
“Tenemos mucho cuidado con cómo talamos y usamos la madera. Nos enfocamos intensamente en la sostenibilidad en todo lo que hacemos”, enfatiza Dorin Văideanu.


Esta nueva generación de profesionales forestales no ve la madera como un material desechable, sino como un recurso renovable y a largo plazo.
“La madera es el recurso del futuro. Si la entendemos, podremos vivir vidas mucho más saludables”, afirma Ciprian Muscă. “Es el único material que se regenera por sí solo.”


Sin embargo, el futuro del sector no depende solo de las herramientas y la tecnología, sino también de cómo la sociedad elige valorar la madera… y a quienes trabajan con ella.
En 2024, el Parlamento de Rumanía adoptó un nuevo Código Forestal destinado a proteger los bosques. Bajo este nuevo código, los caminos forestales serán monitoreados, se introducirán nuevas infracciones forestales y cada operación forestal deberá estar registrada oficialmente.
“Sería muy bueno que quienes vengan después de nosotros comprendan la importancia de respetar la trazabilidad de la madera y darle su verdadero valor a través de la productividad, no por otros medios”, señala Liviu Țiplic, de la empresa aserradora Rotil Prest SRL.


En lugar de detener el uso del bosque, los protagonistas del documental abogan por una gestión forestal inteligente y sostenible, una que permita prosperar tanto a la naturaleza como a las comunidades.
“Sigamos esforzándonos por mejorar”, dice Liviu Țiplic.
“Ahora esperamos que los nietos tomen el relevo”, concluye Bota Viorel.


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