Una nueva vida para los robles centenarios

By Wood-Mizer, Europe

LT15 repurposes 200 year old Slavonian oak

Gracias a las expertas manos de este maestro artesano de Croacia, la belleza de la madera de los robles centenario de Eslavonia, extraída de los viejos caserones y granjas, se conservará en sus obras durante siglos.

La pasión de Petar Kutlic por la carpintería comenzó como un simple pasatiempo. Tras aprender de su padre algunas técnicas y trucos de este oficio artesano, comenzó a elaborar marcos para cuadros y espejos hace quince años.

Un buen día, encontró una antigua viga de madera y se puso a trabajar con ella. Tras limpiar y lijar la superficie, quedó maravillado por la belleza de las vetas naturales, junto con las marcas y coloraciones que había dejado el paso del tiempo. Inspirado por el carácter único de esa antigua pieza de madera, Petar decidió conocer más acerca de su procedencia y de dónde podría encontrarla.

Petar ha ido recopilando viejas fotografías y documentos que describen las técnicas que se empleaban para talar los árboles de Eslavonia (una región del este de Croacia) hace más de cien años. Observando las fotografías, de repente señala una de ellas y explica lo que ve.

“¿Ves el árbol de esta foto? Tiene unas dimensiones de 17 metros de largo y 132 cm. de diámetro. ¡23 metros cúbicos de tablones en un solo tronco! Solo para transportar el tronco del de el bosque eran necesarios diez caballos, ¡y además antiguamente los troncos se serraban a mano!”

Los antiguos y gigantescos robles de Eslavonia han desaparecido. Todos ellos se talaron durante los siglos XVIII y XIX. Cerca del 90% de la madera se envió a Europa para ser utilizada en proyectos de construcción.

A pesar de que los enormes robles ya no existen, Petar descubrió que su madera aún sobrevive. En Zagreb, la localidad natal de Petar, muchas casas y granjas antiguas están construidas con vigas de madera proveniente de los viejos robles. Gran parte de estas construcciones están en desuso y, a medida que se van cayendo en el abandono, su deterioro va en aumento. Al observar cómo estas valiosas vigas de madera antigua se estaban desechando como si se tratara de simples escombros, a Petar se le ocurrió que ello podía suponer una oportunidad para ganarse la vida y mantener a su familia haciendo aquello que más le gustaba. De esta forma, Petar Kutlic se propuso reutilizar las piezas de madera de estos viejos edificios para convertirlas en algo nuevo que resultara estético, moderno y útil.


Master artisan Petar Kutlic from Croatia


Recogida de la madera antigua y restauración inicial

“En esta viga se puede ver en qué año se construyó la casa: 1852,” Petar señala el año, grabado en la vieja madera, que se encuentra apilada de manera ordenada junto el resto de piezas en su taller de Zagreb. El nombre de su casa no podría ser más apropiado: “Rareza”.

Hace cuatros años, Petar compró su primera casa antigua, la desmontó pieza a pieza y comenzó su actividad, fabricando muebles exclusivos y de calidad con la madera centenaria. Desde entonces, ha desmontado varias construcciones y se ha dado a conocer como un apasionado de la madera antigua, por lo que, a menudo, los vecinos de la zona le llaman para venderle sus viejas casas. Una vez se cierra la venta, comienza el verdadero trabajo.


The old beams will get a second life in things created by Petar Kutlic


“Primero hay que desmontar toda la casa”, comenta Petar, “Después se lava cada una de las vigas con agua a alta presión y se retiran los clavos y las grapas de metal”. Petar siempre tiene a mano detector de metales para asegurarse de que se han retirado todas las piezas metálicas de la madera.

A continuación, hay que cortar las vigas antiguas para que queden rectas de nuevo. Antiguamente, se cortaban a mano, por lo que la superficie quedaba desigual. Además, con el paso del tiempo, las vigas se iban combando y deformando.

“Durante varios años, contrataba a una persona para que hiciera este trabajo pero en enero de 2013 compré mi propio aserradero Wood-Mizer y ahora corto las vigas yo mismo. ¡Es fantástico!”, exclama Petar. Petar optó por un aserradero de cinta LT15, con el que el tronco queda fijado a la bancada mientras lo corta en tableros uno a uno, recorriendo toda la longitud de la bancada con el cabezal del aserradero. La sierra de corte es, básicamente, una sierra de cinta horizontal colocada en una pista móvil. Por su parte, el cabezal sube y baja por medio de una manivela, permitiendo colocar la sierra para el siguiente corte y ajustar las dimensiones de la pieza resultante. Cada pieza de madera se corta con rapidez y precisión, teniendo en cuenta que el aserradero utiliza tan solo un motor eléctrico de 7,5 Kw. Petar aprendió a manejar el aserradero con solo una jornada de formación.

“La madera centenaria es tan dura como la cerámica, ¡pero el aserradero Wood-Mizer la corta como si fuera queso!”, bromea Petar. “Puedo crear encimeras con laminados de 3 mm de grosor y quedan perfectamente lisas. El material aserrado se seca en los hornos eléctricos durante dos o tres días, hasta que alcanzan una humedad del 8%. A continuación, los listones se pegan. Los cortes son tan precisos que apenas se notan las juntas”.


The year of construction 1852 is carved on this ancient beam

 

Petar puede llegar a cortar hasta veinte metros cúbicos de madera al mes, y la calidad de sus piezas es el pilar de su negocio.

“Tengo clientes de Alemania, escultores de madera, que me piden material para sus proyectos. Mi aserradero me permite garantizar que la madera que les sirvo es de la mayor calidad”, afirma Petar.


Fabricación de muebles a medida

A pesar de que Petar vende parte de su madera antigua a otros artesanos, el principal destino de la madera que corta es la fabricación de sus propios muebles, y aquí no hay límites salvo su propia imaginación.

“Siempre estoy ideando nuevos diseños, nuevos e innovadores elementos que crear. Y utilizo los mejores materiales para crearlos: lacas alemanas, colas holandesas y ceras inglesas. Esta superficie de mesa está hecha con restos de madera pegados con una preciosa veta natural”. Petar muestra los detalles de las pequeñas vetas de originales formas, embellecidas por el barniz.

Entre sus clientes habituales se encuentran restaurantes, hoteles y amantes de los muebles antiguos de Eslavonia, de Croacia, Alemania, Austria y el norte de Europa. Sus muebles se venden no solo por la belleza que aportan a cualquier estancia, sino también porque en el futuro se convertirán en una reliquia que pasará de generación en generación.

“Es un placer enorme poder diseñar y crear cosas así”, asegura. “Toda mi familia trabaja con madera: mi padre, mi tío y mis sobrinos. Incluso mi hijo mayor está pensando en estudiar ingeniería forestal. Mis estudios estaban orientados al mundo de la cocina pero la pasión familiar por la carpintería captó toda mi atención”.



Wood-Mizer sawmill produces lammela perfectly flat

“Para mí, es muy importante que estas casas, construidas con preciosa madera de roble con dos siglos de antigüedad, no se destruyan y se pierdan, sino que puedan seguir viviendo, siendo utilizadas y apreciadas durante al menos otros quinientos años”.


Wood-Mizer sawmill cuts extremely hard wood harvested 160 year ago into lamella 3mm thick
Petar Kutlic with his Wood-Mizer LT15 sawmill
One of the tables created by Petar Kutlic
Table made from Slavonian oak
The tables created by Petar Kutlic become heirlooms
Petar Kutlic is a master artisan from Croatia

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